El Valle del San Antón

Categoría: Rutas de Senderismo

 

 

5,8 Km - Terradillos de Sedano - Molino - Río de San Antón

 

El río San Antón, uno de los más importantes afluentes del Rudrón, ha excavado un profundo y serpenteante valle, cubierto por unos espesos bosques de quejigo y encina, que se abre paso en los potentes bancos calizos que conforman los páramos de Sedano.

 

Sin ningún problema los andarines —la ruta también se puede realizar en bicicleta de montaña— podrán admirar la gran riqueza natural del Valle del San Antón y el valor de la arquitectura popular de la localidad donde se inicia y finaliza la ruta: Terradillos de Sedano. Hay que salir de este pueblo por el camino que se dirige hacia Santa Coloma del Rudrón. Con el río San Antón a la izquierda se pasa junto al cementerio de Terradillos de Sedano, que conserva una diminuta y curiosa ermita con restos románicos. 

 

Un interesante, frondoso y variado bosque de ribera —sauce blanco, sarga, álamo, chopo, aliso, fresno, olmo de montaña y mostajo— levanta una densa cúpula verde sobre las trucheras aguas del río. Festoneando el camino se alzan abundantes nogales y también se descubren los restos de unos antiguos e interesantes colmenares, con dujos para las abejas. 

 

Antiguo molino 

 

La ruta, tras pasar una zona de recreo, cruza el río por un puente y llega a una bifurcación en la que se debe proseguir por el ramal derecho. Tras pasar junto a un antiguo molino, se alcanza un nuevo puente. Desde este lugar se descubren los espectaculares desniveles del cañón calizo abierto por el río San Antón. También es fácil observar el bien conservado bosque que tapiza sus laderas. Este curso de agua atraviesa una zona que está enclavada en el área de transición entre los dominios bioclimáticos atlántico y mediterráneo. Y es precisamente el quejigo, un símbolo de este carácter fronterizo, la especie dominante en el interior de su cañón. Algunas encinas y unos pocos enebros de la miera completan el escenario arbóreo del valle. 

 

Paraíso faunístico 

 

Además de su elevado interés botánico, el Valle del San Antón constituye un verdadero santuario para distintos animales en vías de extinción. Las nutrias, uno de los mamíferos más amenazados de la fauna española, tienen en estos solitarios parajes algunas de sus últimas y más seguras zonas de reproducción. También las aves rapaces rupícolas están bien representadas en la zona. En los escarpados farallones y repisas que bordean el barranco crían, además de numerosos buitres leonados y algunos alimoches, unos cuantos búhos reales y varias parejas de águila real. Corzos, jabalís, gatos monteses y tejones rematan el panorama.

 

Haciendo caso de las señales del PR, hay que abandonar el camino principal, cruzar el río por una estrecha pasarela y tomar el camino que regresa hasta Terradillos de Sedano y que tiene en todo momento el río a la izquierda.